sábado, 24 de diciembre de 2011

Sin idas ni venidas y con abundantes alegrías.

22 de Diciembre de 2011.

Hoy más cerca de ese imposible, como otros días, solo un metro o quizás menos nos separa, de una mesa a otra, de una fila de asientos a otra. Tan guapo y tan reservado que se te hace irresistible, tan duro por fuera que te da respeto, tan imponente que con solo una mirada te paraliza.
Como un juego, miras, vuelves la vista, otra vez miras y coincidís, te mueres de la vergüenza pero a la vez te encanta toda esa tontería. Y no solo porque sea él, ese imposible que te encanta y que sueñas con él todas las noches, con que llegue un día y con cualquier tontería te saque esa sonrisa automática que sin querer dibuja tu cara con solo verle aunque sea de espaldas, sino porque me doy cuenta de que vuelvo a pensar en otra persona, cosa que era imposible hace unos meses. Por eso me alegro porque me doy cuenta de que al fin le he olvidado, que he pasado de hoja y hasta he cambiado de libro, que estoy bien conmigo misma, que me siento bien porque todo vuelve a funcionar como antes, bueno no, como antes no porque si que es cierto que las malas experiencias te hacen desconfiar o simplemente que no te ilusiones tan rápidamente y que necesites ver algo claro para realmente dar un paso y atreverte, pero las malas experiencias te hacen fuerte y eso si que es cierto.
También he aprendido que lo más deseado tiene sus pegas y que por pocas que tenga muchas veces hacen más daño que todo lo bueno pero tu bondad y tu inocencia lo pasa por alto y por eso ahora mismo ese imposible que ronda en mi cabeza, eso si, por breves periodos de tiempo y para nada de forma obsesiva ni permanente, hace que se quede en eso, en un imposible porque prefiero quedarme con esa imagen tan irresistible que mañana poderme llevar una desilusión.
Pero a fin de cuentas me encanta poder volver a sentir que mi vida ha vuelto a su cauce y que hay otros horizontes y no solo un punto fijo, por eso ahora mismo estoy más feliz que nunca porque todo vuelve a estar como debe ser, vuelvo a ser la que soy sin idas ni venidas, ni bajones y con abundantes alegrías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario