miércoles, 30 de noviembre de 2011

Esa maldita sensación.

Y llega un momento en el que te das cuenta que nada es lo que parece, que lo que tienes seguro de un momento a otro cambia, se te desbaratan los planes y tu vida da un giro de 180º o quizás de 360º. Surgen momentos en los que tus mismas ilusiones te hunden, sí, esas que un dia te hicieron muy muy feliz, pero que hoy ya no es asi. Y te jode, te sientes mal y quizás hasta una gilipollas pero sigues adelante porque aunque veas la evidencia no te rindes y sigues luchando, por una causa, por un motivo, que sabes perfectamente que no conseguirás, pero la esperanza es lo último que se pierde. Por que ese motivo es el que te hace tenerte en pie cada dia, luchar con más fuerzas o eso que te hace decir cada vez que te levantas, ¿Para qué sigo adelante? Y despertarte cada día y que tu imagen vuelva a tu cabeza y digas, ¿Porqué lo sigo haciendo? pero bueno, te resignas y te vuelves a decir, ya se me pasará, y así día tras día y ves que sigues igual, que tu mente sigue en un lado y tu corazón en otro y no consigues ese equilibrio que tanto necesitas. Pero menos mal que tienes personas a tu lado que hace que no te hundas, te saquen una sonrisa y un simple abrazo lo arregle todo o al menos atenue esa maldita sensación.

domingo, 20 de noviembre de 2011

El mejor sabor de boca.

Esa sensación de que algo falta, de que todo falla, de que nada funciona, de que nada te alegra la vida si no son dos palabras suyas. Ese poder asombroso de levantarte el ánimo en cuestión de minutos. Que si no hablas con él un solo día lo echas de menos y esa agonía increible de verle conectado y que no te salude o tarde unos minutos que para tí son interminables, o veces en las que antes de que tu te conectes ya te salude con una gran sonrisa o un "hola", pero no un "hola" simple, sino uno de esos especiales, uno de esos que solo tú y él sabeis, de esos que solo los entendeis vosotros, de esos que os hacen más complices y os unen. De esos que te llenan tanto que darías lo que fuera porque se repitieran todos y cada uno de los días, en persona, por sms, por privado, por tuenti, por msn, da igual, pero que siempre se repitieran, de esos saludos que solo sabe decirte él, y no es por el hecho de saludarte sino por la cosa de buscarte, hacer un click, y escribirte, cualquier gilipollez, pero lo hace, y da igual si son tres veces al día o cinco, pero al menos una. Buscarse y estar pendiente de cuándo, cómo y a qué hora se conecta, deseando volver a decirle que hoy has pensado en él, que hoy ha ocurrido algo que ha hecho que esté aún más presente en tu mente de lo que está, si es que eso es posible.
Y que después de hablar durante dos o tres horas diarias se despida con: "Un beso tkk!", "Gracias por hacerme ver lo que no veo", "mi amiga y psicologa a la que quiero" o decirle tú: "teeq" y que te responda un: "i io" con una seguridad increible que hasta te contagia, pero que quizás detrás de esas letras haya tantos nervios o dudas como están presente en las tuyas, en tu cerebro y en tu corazón.Y en ese momento piensas, ¿será verdad o no? pero tu misma responderte: le conoces tanto que sabes perfectamente que sino lo sintiera no te lo diría, y darte un motivo más, con muchísimo más peso: antes solo lo hizo unas cuantas veces pero en los momentos importantes te lo dijo, si ahora te lo dice siempre es porque realmente es así, porque ya no hay nada ni nadie que se lo quite, ni nada en su conciencia que le diga: "no debes".
Y una vez que él se va, leer la conversacion un par de veces, y mientras lo haces tu sonrisa no te abandona, al revés, está más presente que nunca, ¿porqué? Por que esa sonrisa es la que te dice que estás feliz porque él te hace feliz y pensar: me da igual todo porque no sabe cuanto le quiero, digas lo que digas, es asi, aunque niegues una gran evidencia día a día. Y con estas, cerrar su ventanita, apagar el ordenador, tumbarte en tu cama y pensar: joder, estas jodidamente enamorada, pero me encanta estar así. Y después soñar que está a tu lado y que mañana amanecerá contigo, aunque sea en tu mente o al otro lado del ordenador. Pero lo hará.