viernes, 2 de marzo de 2012

Y llegados a un punto miras atrás, valoras y sigues.

Un mes sin escribir, sin apenas tener tiempo para mí, sin tener tiempo para nada. Bueno sí, si que me ha dado tiempo a mirar para detrás, a mirar lo bueno y lo malo, lo que me gustaba, lo que me gusta y lo que me gustará, aunque en esto último cambio bastante de opinión.
La verdad es que no ha sido un mes nada fácil, sentimientos a flor de piel, lloros, penas, dificultades, tropiezos, caídas... y es que es cierto eso de que cuando a la vida le da por joder lo hace muy bien, pero también os aseguro que por cada parte mala que la vida tiene algo bueno te da, y así es. Desde luego mi vida no funciona a las mil maravillas como si lo ha hecho otra veces y bueno pues durante este tiempo te paras a pensar en que merece la pena y si en merece la pena seguir luchando y dando un poco más de ti cada día.
En estos momentos de fracaso absoluto, de desilusión, de desgana, te paras a pensar y a valorar cada cosa que tienes actualmente en tu vida, las que tenías anteriormente y las que pretendes obtener mañana, pero necesitas una cabeza fría, una objetiva y es cuando dices: ¿Quien esta dispuesto a escucharme, a regalarme cinco minutos de su vida? Y ahí están ellas, esas personas que te acompañan cada día, que te sostienen y te dan fuerzas, las que sabes que contandoles tu problemas no te van a juzgar, al reves, se quedaran sin palabras porque no sabrán cual es el mejor consejo que darte, pero es que muchas veces no esperas un ¡Lo estás haciendo genial!  o un ¡Maaaal, eso no se hace! solamente necesitas que te escuchen y tener esa suma confianza en la que hasta llorando te sientas agusto, y sobretodo yo que para eso soy demasiado dura porque no me permito a mí misma verme flojear, llámalo insensible o como quieras, pero no me gusta darme más motivos para verme aún más hundida. Que ahora mismo lo estoy, es cierto, no te lo niego, pero se que todo lo malo pasa y que cuanto antes pase lo malo, antes llegará lo bueno, y nose porque me da, que eso está a la vuelta de la esquina.
Pero claro, también echas en falta a otra personas que creíste que responderían, y solo porque volví a confiar y otra vez volví a caer, pensé que era cierto lo que decia: Que ya he cambiado, cuido más lo que quiero, ya claro, si, si, si la teoría nos la sabemos todos pero la práctica en su caso deja mucho que desear. Pero bueno, mirando lo positivo como siempre, vuelves a aprender que muchas veces las segundas oportunidades no se deben dar pero le quiero tanto que seguí confiando en que podía ser así. Pero ya no me la juega más, ya no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario